Por favor, respeta las reglas al enviar un TQD
los padres que mas me joden son los que dejan a sus crios hacer el salvaje, dando por culo a todo cristo, y si les dices algo a sus nenes, encima te la montan por que no eres nadie para decirles nada a sus criaturas (aka: pequeños bastardos)
PD: pido disculas por la ausencia de tildes.
#47 #47 lyhvy dijo: #38 Los perros aprenden mejor que muchos niños, y sin ostias. Hay niños que son imposibles y hay que ser un cabrón con ellos, porque si no te comen vivo.estoy de acuerdo con que no hay que maltratar a los niños, pero los hay que deberian ser corregidos por Torquemada
Ellos se lo guisarán y ellos se lo comerán.
Ya verán lo guapo que está tener un nini en casa.
creí que nunca venia el tenia que decir
#5 #5 splintercell dijo: ¡Pedazo de definición! Se te nota un tanto resentido... ¿Te vacilan los niños y de ahí la rabia?
Aunque si, deberían educarlos.Cuanta razón. El TQD desprende resentimiento que se huele a 8 kilómetros a la redonda...
Y seguro que tú de pequeño eras uno de esos niños
#37 #37 anonimaenanonimato dijo: En realidad me dan pena esos niños (aunque a veces yo también desearía soltarles una hostia), normalmente tienen todo lo que quieren por falta de atención o cariño en su casa.Yo creo que en realidad esos niños suelen ser atendidos,y, se les ha dado casi todo lo que ha pedido por lo que se comporta ,en todos los sitios, como se comporta en casa.
de no pegar a consetirlo todo hay un mundo...
Brother siento lo mismo , yo vivo en venezuela pero aqui la cosa es muy parecida (tambien con los muchcachitos , contando que venezuela es un epicentro de reguetoneros) ya le he soltado hostias a muchos carajitos aca , soy te un temperamento muy bajo y lo que mas me rompe es un niño haci , yo soy tu y ni le pido nada a los padres porque no lo van a hacer, prepara tus manos y a dar guantazos .
#19 #19 marc_s dijo: #17 No, ni a mí. Pero ¿sabes cual es el problema? Que siempre habrá alguien que cuando al petardillo le aplaudan el culete, se mostrará indignadísimo ante lo que considera un maltrato injustificado. ¿y a ti que te importa lo que otros piensen? Es tu hijo y como tal tiene que preocuparte que sepa el camino correcto y no que cuando sea mayor sea la calle o la cárcel quien lo meta en cintura
#10 #10 mai88 dijo: #2 Pero es que hay algunos que los castigos no les importan.
A ver, por ejemplo, mi hermana ha salido medio normal (creo) pero esta mucho mas libre que yo con su edad (en cuanto a lo de llegar a una hora, etc...)
Alguna vez no ha cumplido lo que mi madre le ha impuesto y la ha castigado sin salir algun dia. Como tiene ojos de gato de Shrek y siempre convence a mi madre de que se va a portar bien y no va a volver a pasar, le levantan el castigo.
Supongo que esto tambien pasara en muchos hogares.El problema muchas veces es ese, que los padres no saben aguantar el castigo. Mis padres, si me castigaban, por mucho que suplicara no me levantaban el castigo. Eso si, nunca me pusieron la mano encima. Y sin embargo, yo he salido de maravilla, sin contestar mal y respetando.
#13 #13 LestatdeLioncourt dijo: #10 Supongo que la permisividad viene dada porque los padres de estos niños no lo han tenido todo o han tenido una infancia austera.
Mi madre siempre me ha dicho que para tener una recompensa tengo que ganarlo con mi esfuerzo, eso desde pequeño. No valía tener buenas notas (que las tenía) sino más bien un comportamiento ejemplar y saber cuidar de la ropa, los juguetes y saber compartir. Mi comportamiento, como el de casi todos los niños, no era ejemplar y siempre hacía alguna trastada. Pero al menos que yo recuerde jamás pegué a nadie porque sí (que eso lo veo ahora, sólo por diversión y ya), o rompí mis juguetes para tener otros mejores (que lo he visto en los hijos de mis amigos)... etc... A ver, el haber tenido una infancia austera no es justificación, mi madre nació en los 60, cuando en España la cosa estaba casi igual de mal que ahora o incluso peor y hubo muchas cosas que no pudo tener como una bicicleta o unos patines y sí que es verdad que esas cosas nos las compró enseguida a mi hermano y a mi, pero precisamente por esa austeridad que vivió de joven nos enseñó desde pequeños que las cosas hay que cuidarlas, y que el dinero no sale de los árboles.
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