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Vale, imaginemos a un comunista y una fascista.
Los del comunista tienen éxito y la revolución triunfa. Ahora tiene la obligación de denunciar a la maldita fascista para hacerla bajar a los sótanos de Lubyanka.
No, no deberías ser pareja de alguien cuyas ideas políticas incluyen tu muerte o degradación completa.
#1 #1 ladycorazondeluz dijo: Vale, imaginemos a un comunista y una fascista.
Los del comunista tienen éxito y la revolución triunfa. Ahora tiene la obligación de denunciar a la maldita fascista para hacerla bajar a los sótanos de Lubyanka.
No, no deberías ser pareja de alguien cuyas ideas políticas incluyen tu muerte o degradación completa.Sobra decirlo, se aplica en ambas direcciones.
A mí en realidad la política me la pelaba mientras la persona fuera buena, aunque cada vez la cosa me da más recelo. Ahora bien, tuve una pareja separata que cuando descubrió que yo no me tragaba sus ideales autoritarios se dedicó a comprarme libros de indepes, a llevarme a charlas "culturales" Indepes o hasta a invitarme a actos con sus amigos del SEPC, y claro, llegó un momento en que la cosa no se sostenía.
Hace cosa de un año tuve un rollo podemita en el que teníamos mucha química. A los dos meses ella sacó el tema política y cuando se enteró que votaba VOX casi se puso a llorar. Dijo que no lo entendía, que como podía pensar así si yo era "migrante" (Sic, sí, como un pájaro) que yo era buena persona, que la trataba bien, etc.
Hay gente que vive en modo secta, es un pensamiento binario. Si no piensas exactamente como ellos eres mala gente y sobras en la sociedad, y es algo que curiosamente ha calado de forma poderosa entre la izquierda y, menos sorprendentemente, en grupos xenófobos regionalistas. Es algo que se ha inoculado desde el poder muchas veces a través de la educación. Creo que antes estas diferencias no eran tan importantes, ahora bueno, lo que se prima es el pensamiento único.
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